miércoles, 31 de mayo de 2017

La vida me debe una vida contigo.

La vida me debe noches contigo, de esas de abrazos y besos eternos, de risas y de ganas de no dormir para no perdernos ni una sola mirada, ni una sola caricia.

La vida me debe días de no hacer nada contigo, pero que significan hacerlo todo.

Días de sofá, de pelis y palomitas, días de paseos infinitos a ningún lugar, cogidos de la mano y de carcajadas sin saber porqué.

La vida me debe tardes de mirarte eternamente y no cansarme de hacerlo, porque podría estar mirándote toda la vida y quedarme con ganas de mirarte más.

La vida me debe toda una vida contigo. 


No hay edad


No hay edad para nada, por que nada tiene edad.

Ni el amor, ni las ganas de divertirse, de reír, de llorar, de sentir y de miles de cosas.

No hay edad, por que que lo único que debe haber son ganas de sentir, de hacer cosas, de empezar, de levantarse, de seguir adelante a pesar de las dificultades, de vivir.

No hay edad, no hay tiempo, no hay nada, sólo  el aquí y el ahora, por que el allí queda lejos, el ayer ya no existe y el mañana..., ay el mañana queda tan lejos y tan cerca a la vez.


martes, 30 de mayo de 2017

VIVIR..., sin remordimientos.


Deja de esperar al futuro, deja de esperar lo que viene.
Empieza a gastar menos tiempo pensando y planificando que harás.

Haz y siente, pero deja de dudar de ti mismo, a veces sólo se trata de actuar, sin preguntas, sin cuestiones.

Arriésgate sí es necesario, pero no te quedes con la duda, de que hubiera pasado.

No te compares con nadie, no busques respuestas en todo, pero sobre todo no busques excusas.

Se fiel a tus experiencias pasadas y sí has pasado por algo, no repitas errores.

No te ajustes, ni te acoples a los demás, vive un poco joder, aquí y ahora, el presente; porque el pasado se fue y el futuro, ese ya vendrá.

Acepta que no puedes controlarlo todo, sacrifica lo que puedas dejar ir y sólo así podrás lograr lo que quieres.

Tú y sólo tú tienes el poder de deshacerte de lo que ya no vale, de lo que no funciona, tienes el poder de destruir muchas cosas y de reconstruir otra vez lo que merece la pena.

Tú tienes el poder de cambiar la historia de tu vida, pero deja de arrepentirte de todo, sí haces algo nuevo ve a muerte, para bien o para mal, pero ve, es tú decisión, pero por favor, sin remordimientos.


domingo, 28 de mayo de 2017

Cuando nos conocimos...

Cuando nos conocimos no sabíamos que nuestra vida estaría llena de casualidades, de encuentros y despedidas, de amores y desamores, de te quiero y te odio.

No sabíamos que tendríamos que querer a otros o creímos quererlos, para saber cuanto nos queríamos nosotros.

Cuando nos conocimos no sabíamos que nuestras vidas se cruzarían cientos de veces y volverían a separarse, no sabíamos que la vida y el destino jugarían con nosotros o tal vez nosotros con ellos.

No sabíamos que tendríamos que encontrarnos para reencontrarnos y después perdernos, no sabíamos que en cada cruce había un nuevo adiós.

Cuando nos conocimos no sabíamos que por mucho que nos empeñáramos siempre habría un vínculo, de esos que unas veces se estiran para alejarnos y otras se encogen para acercarnos.

Cuando nos conocimos no sabíamos que en ese momento y sin querer(nos), habíamos conocido al amor de nuestra vida.


domingo, 21 de mayo de 2017

Nunca es tarde....

Dicen que nunca es tarde sí la dicha es buena.


Pues más vale tarde que nunca, para ver al grupo con el que has crecido, te has enamorado, te has desengañado y te han acompañado en días de alegrías y penas.

Ayer 20 de mayo y 32 años después de su primer disco, pude disfrutar de ellos, de ellos de los Hombres G en Cáceres, en mi ciudad.


Una cuando llega a una edad, disfruta todo de otro modo, desde la madurez todo tiene otro matiz.
Pero ayer regresé a mis 15 años, a esos años de emociones a flor de piel y adrenalina desbordada.
Canté todas y cada una de las canciones como sí no hubiera un mañana, cuando ponía mis discos de vinilo en casa, soñando con sus conciertos y aprendiendome todas las letras.


Reconozco que desde que hicieron el anuncio de su actuación aquí, los días fueron diferentes, me he levantado cada mañana escuchando todas sus canciones, no quería olvidar ni una sola letra.

Desde aquí, desde este humilde blog, gracias por hacernos soñar una vez más.
Gracias por regalarnos una maravillosa e inolvidable noche, no dejéis de cantar nunca, no dejéis de hacernos soñar. 
Gracias por tanto, sois y seréis eternos.


miércoles, 17 de mayo de 2017

No nos hacemos viejos, nos hacemos sabios.

El día que cumplí los cuarenta, todos se empeñaban en repetirme que tenía que pasar por una crisis, al parecer es obligatorio pasar por una al cumplir esa edad.

Lejos de plantearme una, me di cuenta que sencillamente cumplía una etapa de mi vida y comenzaba otra, comenzaba la segunda mitad de mi vida, según parece tenemos una media de vida de unos ochenta años.

Estoy a punto de cumplir alguno más de los cuarenta y debo decir que aún no he pasado por la temida crisis, créanme sí les digo que lo pase peor el día que cumplí los dieciocho, ese día en que piensas que vas a comerte el mundo y te das cuenta que el mundo no se come.

Es cierto que a partir de los cuarenta he vivido situaciones muy intensas, una ruptura amorosa que marcó un ante y un después, un despido laboral, un cambio de ciudad, el darme cuenta que el amor de mi vida sigue siendo el mismo, regresar a mi ciudad y hacer realidad un sueño, publicar mi primer libro.
Ah y correr medias maratones, algo que con veinte años jamás me plantee.

A partir de esa edad he aprendido a valorar y disfrutar mucho más todo lo que hago y por supuesto lo que tengo.

Mi familia, una familia pequeña pero muy unida, sigo teniendo a mis padres conmigo, sólo con eso ya soy feliz cada día.

Mis amigos, pocos pero bien avenidos, esos que siempre están en las duras y en las maduras, de los que sí hay que reír se ríe y sí hay que llorar se llora, de ellos he aprendido grandes lecciones.

Disfruto de pequeños placeres, un café en buena compañía y a veces en solitario, hace unos años me horrorizaba entrar sola en una cafetería, los años me han ayudado a superar miedos, también me han traído otros.

Una tarde de domingo, de esas de sofá y un buen libro, de una mediodía de vinos con los amigos que se alargan hasta altas horas de las tardes.

Y de mis paseos en soledad, reconozco que he aprendido a tener momentos para mi, de soledad elegida me gusta salir a pasear en solitario, unas veces con música otras sin ella, pero siempre dispuesta a conocerme un poco más, porque lo crean o no, aún me sigo conociendo, ¿no les ha pasado que en ocasiones nos preocupamos por conocer a los demás, cuando nosotros mismos somos unos grandes desconocidos?

Pues eso, que a unos días de estar más cerca de los cincuenta que de los cuarenta, voy a cumplir cuarenta y seis, vivo de otro modo, ni mejor ni peor, pero sí veo la vida desde otra perspectiva, que no sé sí es cierto eso que dicen que las mujeres somos como el buen vino, que mejoramos con los años, en cierto modo me da igual, que me quiten lo bailao.

Yo llevo unos días recordándome una frase que me encontré hace unas semanas en una furgoneta, "No nos hacemos viejos, nos hacemos sabios."


martes, 16 de mayo de 2017

El don

Tus te quiero tienen el don de calmarme, de hacer que me sienta tranquila, que mis dudas se conviertan en seguridades.

Tus mirada tienen el don de hacerme especial, de sentirme como en casa en tus ojos.

Tus labios tienen el don de hacer que me estremezca en cada uno de tus besos y me acomode en tus sonrisas.

Tú tienes el don de encontrarme cada vez que me siento perdida.


Desgarradora carta

Siempre he sido una gran admiradora de Virginia Woolf, escritora de cabecera desde que comencé mi pasión por la lectura y la escritura.

Hoy después de leer no sé por cuantas veces "Una habitación propia" y de ver la película "Las horas".

He buscado esta carta que Virginia le escribió a Leonard, su marido, poco antes de lanzarse al río para suicidarse.

Os dejo una foto de la carta original y su traducción.

"Querido:

Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que… Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros.

V."



(Carta de Virginia Woolf, a su marido Leonard, justo antes de  ahogarse en el río).

domingo, 14 de mayo de 2017

Noches sin ti...

Me gustan las noches en las que apenas duermo, porque significan que te pienso más.

 Me gustan las noches de insomnio, con medias sonrisas en la cara, recordando sonrisas completas.

Me gustan esas noches sin ti, porque incluso en esas te siento cerca de mi.
Y es que me gusta todo aquello que tiene que ver contigo.

Porque incluso cuando no estás..., estás.



Cielos de una mañana de domingo

Hoy he vuelto a mis andadas.
Me he pasado más tiempo mirando al cielo que al suelo, últimamente ando demasiado por las nubes, no se sí en un intento de huir de la monotonía o simplemente porque me he cansado o aburrido de ver siempre los mismos suelos.

Estos son mis cielos de hoy...
Un paseo por las nubes y los cielos de Cáceres...











sábado, 13 de mayo de 2017

Nubes

Siempre he tenido debilidad por el cielo y sus nubes hoy os dejo una selección de fotos de los últimos días en los cielos de Cáceres. A veces la naturaleza nos ofrece imagenes maravillosas que merece la pena captar con una camara de fotos y compartir con el resto del mundo....

Carretera Trujillo-Cáceres después de una tarde tormenta.

Avenida de Alemania, Cáceres antes de una mañana de lluvia y  viento.


Mañana nublada en Avd Isabel de Moctezuma, poco antes de una granizada.

Plaza Mayor de Cáceres tarde de WOMAD 

Mañana de sábado sin lluvia, pero con viento.

Contrastes en la Plaza Mayor de Cáceres.

viernes, 12 de mayo de 2017

Manías de una aprendiz de escritora


A principios de esta semana terminaba el que será mi segundo libro, un libro lleno de sentimientos, relatos y versos o algo parecido escritos en verde.
Un libro donde vuelvo a desnudar mi alma en cada palabra escrita, donde os abro un poco más mi corazón.

Ayer tomando un café con un amigo de toda la vida, me preguntaba que sí tengo manías a la hora de escribir.
Me conoce lo suficiente como para saber que tengo más de una en mi rutina y vida diaria.

A parte de mi bolígrafo verde, debo confesar que debo ser algo atípica.
Escribo por impulso, en cualquier lugar, siempre llevo un cuaderno y un bolígrafo conmigo por sí la inspiración me asalta.
No necesito estar a solas, ni en silencio, a veces sí pero no necesariamente para escribir, los que me conocen bien, saben que soy bastante solitaria e independiente en mi día a día.

Aunque también tengo algún que otro lugar preferido para escribir, podéis encontrarme algunas mañanas tomando un café en cualquier lugar de la ciudad mientras escribo o corrijo.
Normalmente no escribo por las noches, aunque reconozco que algunas veces sí he tenido necesidad de levantarme para tomar notas.

No escribo con una botella de whisky al lado ni en momentos de máxima tristeza.
Aunque a veces esa tristeza me ha ayudado a escribir.
Escribo normalmente a media tarde y siempre sentada sobre mi cama, me gusta escribir a mano toda la obra, donde hago mis primeras correcciones y tachones, muchos tachones, reconozco que me da pereza el ordenador y me cuesta mucho pasar todo lo escrito a mano, remoloneo mucho, quizás demasiado, pero cuando la emoción me puede no paro de teclear.
Tampoco bebo café para mantenerme despierta por las noches y poder escribir, soy demasiado disciplinada como para saltarme rutinas.
Duermo mis horas correspondientes.

Pero confieso que cuando  acabo un manuscrito, abro una botella de vino, me sirvo una copa, enciendo un cigarrillo, soy ex fumadora, pero de vez en cuando fumo por puro placer, y disfruto de ese momento de lectura de mi obra mientras brindo por lo bien que lo he hecho.
Soy una escritora atípica, quizás por que aún soy una simple aprendiz en este arte y mundo de escribir.