martes, 31 de octubre de 2017

Aunque no te lo diga...

Te echo de menos siempre, aunque no te lo diga.


En las noches eternas sin ti a mi lado, en los días que te pienso para sentirte más cerca.


Te echo de menos en esos silencios que he aprendido a escuchar.

Y cuando necesito decirte te quiero, pero no estás.


Te echo de menos mientras  te espero, aún sabiendo que no vendrás.



Te echo tanto de menos que ni si quiera sé que es echarte de más.

lunes, 30 de octubre de 2017

Dime...

Dime qué hago yo con mi vida, si la dejaste patas arriba...

Dime qué hago con todos estos sentimientos que son más tuyos que míos.
Qué hago, te quiero o te odio, te sueño o te pienso, espero a qué vuelvas o me olvido de hacerlo.

Dime qué hago con los te quiero que me quedan por decirte, los guardo o me olvido de ellos, qué hago con los besos que aún no te he dado y con las canciones que nos quedan por bailar.
Qué hago con los abrazos de buenos días y las caricias de buenas noches.

Dime qué hago yo con el resto de mi vida, si en ella no estás tú.


sábado, 28 de octubre de 2017

Me voy, pero me quedo...

Me voy pero me quedo, me voy de tu vida, pero me quedo en tu corazón.

Que si tienes un día gris yo vuelvo y le doy color.

Que si me llamas, yo vuelvo, pero no me quedo, no me pidas que lo haga, no lo haré.

Que me quieres lo sé, que te quiero lo sabes.

No tengas miedo a que te olvide, nunca lo haré.

Me voy pero me quedo en tus pensamientos, en mis pensamientos, en nuestros pensamientos, para siempre.



miércoles, 25 de octubre de 2017

A estas alturas de la vida

A estas alturas de la vida y en estos momentos, no voy a pedirte que me quieras, ya no lo necesito.

Llegados a este punto, te diré que aunque tú no lo hagas, yo te seguiré queriendo , nadie dijo que no se pueda querer a quien no te quiere.

Que te pensaré aunque no me pienses y te soñaré el resto de mis noches, que para eso son mías.

No voy a pedirte que me acompañes el resto de la vida, para eso tendrías que querer hacerlo y si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero.

No voy a pedirte que me acompañes un domingo por la tarde, yo quiero ser tu domingo por la mañana.

Que seguiré esperando a que vuelvas, aunque no vengas a buscarme.

A estas alturas de la vida, te diré que la distancia no separa, es la indiferencia quien lo hace.

Que el sol sigue saliendo aunque parece que brilla menos y la luna en ocasiones se hace esperar.

Que prefiero las noches para soñarte a los días para añorarte.

En estos momentos te diré, que la vida sigue, pero parece menos vida sin ti.



martes, 24 de octubre de 2017

Ni bolero, ni canción

Podría haber sido una canción de Sabina o un bolero de Los Panchos, pero no es más que otra historia que termina como otras muchas a diario.

Tal vez algún día te cuente que ya no me gustan los días de lluvia, si ya no estás para saltar los charcos conmigo, esos que me enseñaste que son más divertidos si los saltas acompañados de carcajadas.

Algún día te contaré, que ya no me gustan las tardes de cine, si tengo que comprar palomitas y refrescos solo para uno y no tengo con quien comentar la película, mientras alguien nos pide silencio, en una sala a oscuras.

Tal vez algún día sepas, que ya no me gustan las puestas de sol junto al mar, ya no estás conmigo para mojarnos hasta las rodillas mientras buscamos desde donde hacer las mejores fotos.

Ni me gustan los amaneceres en la montaña, porque ya no estás a mi lado para rodearme con tus brazos, mientras tirito de frío esperando los primeros rayos de Sol.

Que ya no me gustan ni los días, ni las noches, si no estás, que ya no me gusta la vida si tú no estás en ella para acompañarme.



La Cita

Fue una noche a finales de verano, cuando descubrió que hacía tiempo que su corazón estaba dormido.

Bastó un saludo de cortesía, acompañado de una mirada de complicidad y una tímida sonrisa, para darse cuenta que aquel corazón comenzaba a despertar.

Aquella noche quedó una cita pendiente, que llegó más temprano que tarde, para entonces aquel corazón y toda ella habían sido conquistados sin apenas darse cuenta.

De camino a aquel primer encuentro despertaron un sin fin de miedos, de nervios que a punto estuvieron de hacerle regresar sobre los pasos que ya había avanzado, solo el recuerdo de aquella mirada y de aquella tímida sonrisa consiguieron que siguiera hacia adelante.

Y al llegar al final de aquel camino que tan largo le había parecido, allí estaba, esperando con el corazón expectante, que delataba que también había sido conquistado, a pesar de haber sido herido por algún desamor del pasado.

Fue en el aquel momento de miradas encontradas cuando ambos descubrieron que llevaban demasiado tiempo buscándose pero sin encontrarse.

No hubo palabras, solo la necesidad de besarse y abrazarse, así sin soltarse de la mano y mirándose, los vi caminando hacia un lugar solo para ellos.



domingo, 22 de octubre de 2017

Café solo con los desamores del pasado

De vez en cuando me gusta pasear con aquellos que fueron mis desamores o amores del pasado, llamadlos como queráis, pero lo que sí está claro es que para llamarlos desamor, primero han tenido que ser amor y para que sean pasado, tienen que haber sido presente, con una pincelada de futuro, a veces me resulta estrictamente necesario reencontrarme con ellos.


Es entonces cuando decido pasear entre los recuerdos que llevaron a que aquellos amores fracasaran y el porqué.

Nunca llego a la misma conclusión unas veces me veo culpable y otras culpo a la otra parte, depende del día o del momento, pero ya no discuto, mientras lo hago me gusta tomar un café en alguna terraza tranquila, a ser posible de barrio, en esas que saben que te gusta el café solo con sacarina y un pincho de tortilla y no hace falta que lo pidas, el camarero te ha visto sentarte y ya viene hacia la mesa con ese pequeño capricho casi diario, por no decir diario.


A veces es necesario sentarse frente a frente con aquello que nos llevó al fracaso, o quizás enfrentarnos con aquello que en ese momento pensábamos o creíamos que habíamos hecho mal, pero resulta que el tiempo te dice y te demuestra, que no fue un error, que era la decisión apropiada para esa circunstancia.

Tendemos a llamar error a todo aquello que un momento dado nos ha lastimado, en el fondo, nos gusta sacar esa víctima que todos llevamos dentro, y en cuanto a males de amores todos hemos sido víctimas alguna vez.


Es necesario tomarse un café en solitario con aquellos recuerdos, no para sumirnos en un estado de melancolía, sino para darnos cuenta de todo lo que somos capaces de superar y soportar y que nos hizo salir fortalecidos, aunque en ese momento, creímos morir y que no seríamos capaces de volver a levantarnos.

Nos viene bien recordar aquellas lágrimas que hemos sido capaces de secar y aquel corazón roto, que hemos sido capaces de recomponer, cuando pensábamos que nunca más podríamos amar.


Claro que se puede volver a amar, pero no de igual manera, porque cada amor es diferente, unos más intensos, otros menos, pero todos queramos o no, forman parte de la historia de nuestro corazón, ese pequeño héroe lleno de cicatrices y tatuajes que lo hacen diferente a los demás.


Nos viene bien escuchar aquellas canciones que un día compartimos y que ahora no nos importa volver a escuchar y si es necesario bailarlas a solas.

Nos viene bien sentarnos en aquellos bancos donde un día nos cogieron por primera vez la mano y darnos cuenta, que no tienes miedo a volver a empezar, esta vez a solas.

De vez en cuando, me siento con el recuerdo de mis desamores y me repito, "ves como si podías volver a hacerlo".



El aniversario

Me olvidé de sonreír, al tiempo que él se olvidó de enviar las orquídeas.

Así comenzaba el día de nuestro último aniversario juntos.

A partir de entonces se convirtió en una fecha que ninguno de los dos olvidaríamos, pero que ya no celebraríamos.

Fuimos quemando etapas, nos quisimos, nos amamos, nos deseamos..., hasta que nos acostumbramos y no hay nada peor para el amor que las costumbres, las rutinas.

Pero que malo es acostumbrarse a esas rutinas que de un modo u otro nos dicen que sigue habiendo algo entre dos corazones que han sentido juntos, el día que desaparecen es cuando nos damos cuenta que no hay nada que hacer, nada que recuperar, nada por lo que luchar.

Tres años antes nos habíamos quitado esas alianzas que nos recordaban cada día que estábamos unidos, ese símbolo que nos une y a la vez separa, yo seguía llevando aquel diamante engarzado en oro blanco, que años atrás me había regalado para demostrarme lo mucho que me quería, yo le regalaba besos y abrazos de buenos días con te quiero, mientras escuchaba un "y yo a ti más".

Pero poco a poco dejamos de bailar nuestra canción favorita y dejamos de improvisar aquellos viajes a París o a cualquier parte para disfrutar el uno del otro, esos viajes fueron reemplazados por encuentros con amigos, excusas de trabajo, o con un "ya lo celebraremos", esas rutinas que habían mantenido viva aquella llama que poco a poco se hacía más pequeña, hasta que aquella hoguera inicial, quedó reducida a rescoldos, habían ido desapareciendo.

Ya no había nada que celebrar, aquel aniversario había quedado en tan solo un día más, sin símbolos, sin orquídeas, sin sonrisas y lo peor de todo, sin ningún te quiero que decir, ni que escuchar.

Aquel día era el momento de recoger todos los recuerdos en una maleta, cerrarla con llave y volver a empezar.



viernes, 20 de octubre de 2017

Te contaré...

Te contaré que nunca se deja de querer a alguien, pero a veces, se empieza a sentir de otro modo.
El corazón late más tranquilo y el alma ya no se sobresalta.

Eso, no es dejar de querer, es sentir de otra manera, ya no buscas miradas, ni caricias, pero las agradeces cuando llegan.

Los te quiero se van distanciando, pero no por eso son menos intensos que los que fueron tan seguidos y espontáneos.

Te contaré que cuando se quiere de este modo, no es que deje de importarte el amor, pero lo miras y vives de otra manera.

Madurar le llaman, tal vez sea aceptar, lo que si es verdad, es que hay muchas maneras de querer y de amar, unas nos gustarán más, otras menos, pero todas, son dignas de ser llamadas amor.


miércoles, 18 de octubre de 2017

Mi día de la semana...

No se trata de contarle al mundo que te quiero y que me quieres, de contarle que los lunes desde hace un tiempo parecen sábados de sofá y manta acurrucados.

Que ya no tenemos que esperar a los viernes para besarnos, que ahora también lo podemos hacer los martes.

No se trata de contarle al mundo que los miércoles nos reímos a carcajadas, sin miedo a que nos vean, que los jueves paseamos juntos por el parque y que los domingos nos seguimos queriendo.

Y que le importa al mundo si nos queremos o no, si yo lo que quiero contarle es que cualquier día de la semana es mi favorito, si en él estás tú.



martes, 17 de octubre de 2017

Y...

Y de todo aquello que pudo ser y nunca fue, me queda una canción sonando en mi cabeza, cientos de te quiero guardados en mi memoria.


Me queda alguna que otra caricia que aún hace erizar mi piel.


Y de todo aquello que pudo ser y nunca fue me queda por saber que hubiera sido si además de poder hubiéramos querido.




viernes, 13 de octubre de 2017

Debería...

Debería haberte pedido que te quedaras y no haber dejado que te marcharas.


Debería haberte pedido menos tiempo y no haberme callado tantos te quiero.


Debería haberte buscado durante el día, para no extrañarte por las noches.


Debería haberte vivido más, para no tenerte que soñar.



lunes, 9 de octubre de 2017

Un lugar

Y sí hay un lugar donde siempre quiero volver es a tus besos y tus abrazos.

Y si hay un lugar donde me siento como en casa es en tu mirada.

Y si hay un lugar de donde no me volveré a marchar es de tú corazón.

Y si hay algún lugar donde siempre quiero estar, ese eres tú.




Días...

"Esos días de amores y desamores, de encuentros y desencuentros. 
Esos días de puertas entreabiertas o cerradas y ventanas que se abren. 
Esos días en que echas de menos, pero también echas de más. 
Días de vértigos, de miedos, de sueños por cumplir y sueños que se cumplen. 
Días en que unos se van y otros llegan, de despedidas y de encuentros. 
Días de silencios buscados y silencios encontrados. 
Al fin y al cabo sólo días."



domingo, 8 de octubre de 2017

Y si vienes...

Y si vienes, no hace falta que llames a la puerta, la he dejado entreabierta por si vienes y no estoy.


Y si vienes y no estoy acomódate en el sofá junto a mi corazón, lo he dejado allí acurrucado, por si vienes y no estoy.


Y si vienes y no estoy, espérame que no tardo, no desesperes, te prometo que estoy llegando.




viernes, 6 de octubre de 2017

Ahora

Y ahora que no estás, tengo un sofá que sin ti me queda grande, una manta que me arropa pero me da frío, una tarde de sábado que se vuelve domingo.

El café recién hecho ya no huele lo mismo y los spaghettis ya no son tan divertidos.


Ahora que no estás me sobran días y me faltan noches,los veranos son inviernos y las primaveras se volvieron otoños.

Los lunes son más lunes y con los viernes ya no me entiendo.


Y ahora que no estás me sobra medio armario y también el resto de la vida.




miércoles, 4 de octubre de 2017

QUE SUERTE...

Que suerte fue encontrarte, cuando aún tenía los bolsillos cargados de besos y abrazos para regalarte.


Que suerte fue cruzarme contigo, el día que tenía los te quiero por estrenar y una canción para bailar.


Que suerte encontrarte cuando creía que te había perdido.


Que suerte es pensarte y saber que me piensas.

Que suerte esperarte y saber que vienes de camino.


Que suerte la nuestra, la tuya por haberme buscado y la mía por haberte encontrado.




martes, 3 de octubre de 2017

Día  3 de octubre de 2017
Llevo desde el domingo con el corazón encogido de rabia y de pena, incluso he llegado a sentir vergüenza.
RABIA, por ver cómo España ha llegado a unos extremos incontrolables de odio, que impotencia ver cómo somos capaces de comportarnos como los animales más salvajes en medio de la selva, sin cordura y sobre todo sin escrúpulos.
VERGÜENZA, por la imagen que se está transmitiendo hacia el exterior.
Pero sobre todo de PENA, mucha pena, por tanto odio, unos quemando banderas  porque parece que así son más catalanes y menos españoles y otros boicoteando empresas catalanas porque así parecen más españoles que el resto, sin pensar que en esas empresas trabajan muchos que de lo único que son culpables es querer llevar un sueldo a casa.
Y todos creando enemistades, mientras ellos, esos que han metido a España en este lío volverán a darse la mano y volverán a almorzar juntos. 
Seguid defendiendo a los que buscaron un colegio seguro para votar, mientras cruzabais la calle sin saber si llegarais al otro lado y descargabais la rabia contra los que fueron a ayudaros.
Seguid dando la cara por aquellos que ni siquiera saben, ni se preguntan quién eres.

Susurros

Y cuando estaba cerca de olvidarte, ha venido el viento a susurrarme tu nombre, a pedirme que no lo haga.

A decirme, que si te espero, vuelves y que aunque haya días en los que no te creo, es verdad que tú también me quieres.

Me ha confesado que has intentado olvidarme, pero que cada vez que cerrabas los ojos, ellos te recordaban que no podías hacerlo.

Y que si alguna vez has estado cerca de hacerlo, el viento te ha susurrado mi nombre y te ha pedido que no lo hagas.