Ya te lo dije...
Nunca me ha gustado esa frase y sin embargo la escucho desde que era una niña.
Siempre que la escucho me suena a advertencia amenazante, de esas que además te señalan con el dedo índice para dar mayor énfasis.
A pesar de escucharla a menudo sigo cayendo en errores, hago caso omiso a esas advertencias, supongo que pensando que la próxima vez no me pasará.
Y siempre o casi siempre pasa, vuelven las traiciones y las puñaladas traperas, de esas que duelen y mucho.
Los ya te lo dije siempre son el principio o el final de conversaciones de urgencia en quién confías y siempre tiene su hombro dispuesto para cuando tengas que volver a llorar, porque siempre se llora antes y después de escuchar el ya te lo dije.
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