Pero nadie habla del 40% que no puede salir ni siquiera una semana fuera de su ciudad, al parecer en verano se olvidan de ciertas estadísticas, de aquellos españoles que siguen padeciendo las consecuencias de una crisis que dura demasiado aunque sigan intentando convencernos de lo contrario.
Una crisis que ha llevado a miles de españoles a vivir en situaciones extremas y precarias, a perder su trabajo, su hogar, su familia, a acudir a comedores sociales, a albergues sociales y muchos de ellos al suicidio, estos porcentajes no los publican, crean alarma social y no interesa.
Una crisis que ha llevado a muchos a pedir limosna y a los que intentamos ignorar pensando que así el problema es menor o nos queda muy lejos.
Nos hemos acostumbrado a huir de nuestra realidad, de lo que tenemos cerca y no queremos ver, tal vez esperamos que otros nos solucionen los problemas mientras nosotros intentamos arreglar los ajenos.
Y lo peor de todo es que nos estamos acostumbrando a esta situación.
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