Y de repente tú , llegaste aunque nunca te habías ido, con tu sonrisa infinita y tus te quiero guardados en el lado izquierdo del corazón.
Llegaste con tus ahora si, pero luego no, con tus dudas y firmezas, tus miradas a escondidas y tus besos al aire.
Y de repente tú, llegaste para quedarte , para decirme que siempre estuviste aunque yo no lo supiera, que habías querido pero sin saber que era querer, hasta que supiste que a quien querías era a mi.
Llegaste cabizbajo, esperando a que levantara tu barbilla, te besara y te dijera que yo también estaba, que tampoco me había ido y que no sabía que era querer, hasta que no supe que te quería a ti.