Hasta que decidí sentarme en paz conmigo misma, tranquila y estudiar todas las opciones de aquel circuito lleno de curvas unas más cerradas que otras y algún túnel sin salida, visualice la meta que tanto ansiaba y calenté motores.
Hoy varios meses después y tras varias vueltas de reconocimiento con alguna salida de pista incluida y más de una vuelta de campana, estoy acompañada por mi inspiración por Nadia, y todo un equipo que ha puesto mi motor y mis ruedas a punto, todos desde boxes me animan para afrontar todas las curvas sin miedos y con una seguridad que nunca había conocido en mi. Empiezo a ver la recta final que me lleva a una meta cada vez más cercana, empiezo a disfrutar de mi carrera y ya veo la bandera de cuadros que me informa de que estoy en la última vuelta.
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