domingo, 5 de marzo de 2017

Condenados...


Pues no sé sí fue un día cinco, un día siete o cuando fue.

Sólo sé que desde ese día nada volvió a ser lo que era, desde entonces me despierto y duermo pensando en tu mirada, soñando con tus abrazos y sonido de tu voz.

No sé cuando fue, tampoco me importa, por que nuestro amor no tiene fecha nunca la tendrá, nos seguiremos queriendo y echando de menos por igual.

Por que estamos condenados a querernos sin principio pero también sin final.


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