martes, 3 de enero de 2017

Carta a las RRSS

Queridas Redes Sociales, gracias por aparecer en nuestras vidas, por hacer que dependamos tanto de vosotras, por hacer que estemos tan enganchados a vosotros y hacer que otras cosas sean menos importantes.

Contigo comenzó todo, sí contigo, querido Facebook, tu comenzaste con esa pregunta tan estúpida al principio de nuestros muros "que estas pensando" y todos caímos en la tentación de contarle al mundo todo aquello que hacemos, que no hacemos, como nos sentimos. 
Te contamos historias que a veces ni siquiera se las contamos al que está a nuestro lado sentado. Gracias por hacernos creer importantes y por hacernos sentir mejor cuando escribimos  como sí fuéramos escritores, periodistas y nos permites opinar de todo y de todos.


Más tarde, pero no mucho más tarde llego el pajarito, ese que sólo nos permite escribir 140 caracteres, pero te hace hablar con miles de personas, hasta le escribimos a los políticos pensando que nos leen y que tomarán en cuenta aquello que le hemos contado en un espacio muy limitado, pero ahí queda en la memoria virtual, por sí hay que tirar de hemeroteca para sacar trapos sucios.


Y por último llego Instagram esa red que nos ha hecho creer que somos fotógrafos, que ha sido el culmen del postureo, que nos ha hecho perder todo tipo de pudor, vergüenza e intimidad.
Fotos de desayunos, comidas, recién levantados con la leyenda #sinfiltros, en pijama para enseñar el último modelo adquirido de esa marca que también sube fotos en su cuenta.

En fin gracias a todas por hacernos creer que tenemos cientos de amigos de los cuales no conocemos a la mitad, pero sí no tienes seguidores no eres importante.

Gracias por crear a un número indescriptible de egocéntricos, por crear nuevos delitos, ciber-acoso, ciber-estafas y cientos de ciber-etc.
Gracias por hacer perder nuestra intimidad y que nos enfademos por que el vecino de al lado habla de nosotros en un momento puntual, pero no nos molesta que hablen de nosotros en las redes sociales, al fin y al cabo es lo que está de moda, hablar virtualmente y no cara a cara. 
Hemos perdido el valor del café alrededor de una mesa camilla.
Gracias por crearnos enemigos innecesarios, por comentarios inapropiados o mal interpretados.
Y sobre todo gracias por tanto caos y tanto desorden.


2 comentarios:

  1. Requetebueno, y lo peor de las redes sociales es que han llegado para quedarse, con todo lo bueno que puede tener y con todo lo malo que también conlleva.

    ResponderEliminar